martes, 17 de abril de 2012

Guía para realizar un informe de lectura



El informe de lectura es un trabajo académico en el que se da información y/o expresan juicios de valor, acerca de un libro o de cualquier fuente documental publicada. En general, se producen dos tipos de informes, a saber:

a) Informe descriptivo-explicativo: En este escrito, el autor o informante se limita a describir los contenidos de una fuente documental publicada sin expresar juicios valorativos. Ofrece datos acerca de la estructura (partes, capítulos, cantidad de páginas, etc.) y su autor (datos biográficos, trayectoria profesional, etc.). Explica las ideas fundamentales.


b) Informe crítico (valorativo): En este tipo de IL (informe de lectura), el autor sintetiza el contenido y emite juicios críticos u opiniones evaluativas acerca del contenido, tratamiento de los temas, metodología, etc., de una fuente documental. Para ello, hace comparaciones de los temas tratados en la obra con otros estudios de otros autores que trataron el mismo asunto; el crítico discute la validez de los datos, los juicios, los enfoques, desarrollo y soluciones al problema, buscando proceder con equilibrio en sus juicios y afirmaciones.


Aunque no existen parámetros obligatorios ni fijos para estructurar un IL, se sugiere no confundirlo con un resumen. Un resumen reduce los contenidos de un texto a sus ideas principales. Un IL, en cambio, es un texto que habla de otro texto, el texto fuente (TF), y está destinado no solo a comprobar un saber adquirido sino también a evaluar un saber leer, comprender, relacionar, reflexionar, contextualizar, evaluar, construir saberes nuevos y un saber escribir.


Pasos:


1 - Referencia bibliográfica:
¿Quién es el autor del texto? ¿Cuál es el título del TF? ¿Dónde y cuándo se publicó?


2 - Cuerpo del informe:

a. Presentación del autor y del TF.

¿Cuál es el texto que va a presentar? ¿Quién lo escribió? ¿Qué tema trata?


b. Descripción del TF

¿Qué clase de texto es? ¿Cuántos párrafos tiene? ¿El texto es corto o extenso?


c. Desarrollo del contenido del TF.

El autor ¿Define? ¿Describe? ¿Qué anécdotas cuenta? ¿A quienes cita, qué cita? ¿Qué ejemplos presenta? ¿Cuáles son las ideas principales del texto?


d. Conclusión.

¿Qué aprendiste con este texto? ¿Qué opinas de este texto?


3 - Bibliografía de consulta:


¿Qué textos leyó para hacer este informe? ¿Cuáles son los datos de las publicaciones?


Fuente: http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/5554733/Como-realizar-un-informe-de-lectura.html

La argumentación



La argumentación: argumentar es defender una idea aportando unas razones que justifican nuestra postura. La capacidad para argumentar correctamente suele ir emparejada con la capacidad de influir sobre las personas.

Elementos de la argumentación:
El objeto: es el tema sobre el cual se argumenta.
Tesis: postura que el argumentador tiene respecto al tema.
Argumentos: razones en las que basamos nuestra postura. Deben estar directamente relacionadas con el objeto de la argumentación y con la tesis que defienden.

Tipos de argumentación:
La argumentación positiva o prueba consiste en presentar argumentos que respalden nuestra postura ante el tema objeto de la argumentación.
La argumentación negativa o refutación consiste en aportar argumentos que sirvan para rechazar los argumentos contrarios a nuestra postura.

Clases de argumentos:
Racionales: se basan en ideas y verdades aceptadas por la sociedad.
De hecho: se basan en pruebas observables.
De ejemplificación: aquellos que se basan en ejemplos concretos.
De autoridad: están basados en la opinión de una persona reconocida.

Texto argumentativo: Cuanto más lo pienso, más estoy en contra de los Biocombustibles


Cuanto más lo pienso, más estoy en contra de los Biocombustibles
Martin Varsavsky

Los automóviles son los principales causantes del efecto invernadero o cambio climático, pero dado que es muy difícil reducir su uso, los biocombustibles están teniendo un auge sin precedentes como alternativas viables de combustibles más sustentables que los derivados del petróleo. Entre estas nuevas opciones se encuentra el etanol (también conocido como alcohol etílico o de grano); o bio- etanol, para distinguirlo del alcohol sintético se obtiene de petróleo crudo, gas o carbón.

El bioetanol se produce principalmente a partir productos ricos en sacarosa como la caña de azúcar, la melaza y el sorgo dulce, siguiendo un procedimiento similar al de la cerveza: los almidones son convertidos en azúcares, los azúcares se convierten por fermentación en etanol, el que luego es destilado en su forma final. También puede producirse a partir de fuentes ricas en almidón como cereales (maíz, trigo, cebada, etc.) y tubérculos (yuca, camote, papa), aunque con un proceso más caro y complejo. La producción de bioetanol podría incluso realizarse a partir de materias primas ricas en celulosa, como los desechos agrícolas y forestales. Sin embargo, la conversión de la celulosa en azúcares fermentables es un proceso aún más complejo y costoso que hace que la obtención de etanol a partir de desechos no sea rentable por ahora.

Actualmente, la producción de bioetanol a partir de cultivos ricos en sacarosa y almidón registra un desarrollo sin precedentes. Y es que el producto presenta claras ventajas: es limpio y renovable; ayuda a reducir las emisiones de carbono y permite conservar (y no depender de) las reservas de combustibles fósiles; es barato cuando es producido de forma eficiente; es versátil y puede sustituir la gasolina en automóviles con motores adaptados para más de un tipo de combustible o se mezcla con gasolina en motores convencionales (Brasil, por ejemplo, lo emplea como "hidro-alcohol" - 95% etanol - o como aditivo de la gasolina - 24% de etanol ).

Sin embargo, el bioetanol tiene un importante y silencioso costo social: la propagación de los monocultivos en desmedro de la producción para la alimentación humana. Como bien explica Acción Ecológica: "Aunque se puedan obtener biocombustibles a partir de algunos productos nativos para resolver los problemas energéticos a nivel local, el problema es la escala. Para suplir las necesidades energéticas globales e impactar de manera efectiva en reducir el calentamiento global, se necesitarían millones de hectáreas de tierras agrícolas y la incorporación de otras tantas a costa de ecosistemas naturales, lo que repercutiría en la soberanía alimentaria de los pueblos".

Pero quizás resulta más claro citar el análisis de Lester Brown, Director del Instituto de Políticas de la Tierra de la Universidad de Columbia, y fundador del WorldWatch Institute: "para llenar el tanque de un automóvil de 25 galones con (bio) etanol, se necesita una cantidad de granos suficientes para alimentar a una persona por un año. Para llenar ese tanque por dos semanas, se podrían alimentar a 26 personas durante un año".

Lo complicado que los países europeos, en su afán por cumplir con sus obligaciones dentro del Protocolo de Kyoto, están empeñados en cambiar sus sistemas energéticos a base de combustibles fósiles, por biocombustibles; pero su producción no les da abasto y han visto en los biocombustibles una posibilidad de seguir manteniendo su estilo de vida, sin incrementar sus emisiones de gases invernaderos. Sin embargo, en Europa no existen tierras suficientes para la producción de la cantidad de biocombustibles que se necesita, por lo que se han planteado la importación de los mismos.

Y aunque Estados Unidos tiene suficientes tierras agrícolas, los consumos de energía son tan altos, que también van a necesitar importar. ¿De dónde van a venir estos biocombustibles? Pues de regiones como América Latina, Asia y África - justamente aquellas que tienen más necesidad de alimentos.
La expansión del uso del bioetanol implica que en los países más pobres las tierras de vocación agrícola que al momento son usadas para la producción de alimentos sean utilizadas para la producción de cultivos para la producción de combustibles. Como describe Lester Brown, "nos enfrentamos a una competencia entre los 800 millones de conductores que quieren proteger su movilidad y las 2.000 millones de personas más pobres del mundo que quieren sobrevivir".


lunes, 16 de abril de 2012

La cenicienta -Hermanos Grimm (primera parte)



La esposa de un hombre rico se enfermó y cuando sintió que su fin estaba cerca, llamó a su única hija junto a su lecho de muerte y le dijo: "querida hija, debo irme, pero cuidaré de ti desde el cielo. Te ayudaré cuando me necesites. Solo mantente piadosa y buena". Cuando dijo esto, cerró los ojos y murió. La niña iba a la tumba de su madre todos los días, y se mantuvo buena y pía. Llegó el invierno y la tumba se puso blanca de nieve; para cuando la primavera derritió la nieve, el hombre rico ya se había casado con otra mujer. Ella trajo dos hijas a la casa, junto con ella. Eran lindas, con lindas caras, pero malvadas y de corazón sombrío.

Los tiempos se pusieron muy malos para la pobre hijastra. Qué hace esta inútil en el mejor cuarto de la casa, dijo la madrastra, que se vaya a la cocina. Y si quiere comer, tiene que ganárselo, que sea nuestra sirvienta. Le quitaron sus bonitos ropas y le dieron a cambio un viejo vestido gris y unos zapatos de madera, burlándose de ella, llevándola a la cocina. La pobre niña tuvo que hacer los trabajos más difíciles; tenía que levantarse antes del amanecer, cargar agua de la fuente, hacer el fuego, cocinar y lavar. Para colmo de males, sus hermanastras la ridiculizaban, y mezclaban alverjas con lentejas en las cenizas, y ella tenía que pasar todo el día escogiéndolas. En la noche, cuando estaba cansada, no había cama para ella y tenía que echarse junto a la chimenea, en las cenizas. Porque siempre andaba sucia de polvo y ceniza, la empezaron a llamar Cenicienta.

Un día el padre se iba a ir a la feria del pueblo, y preguntó a las hijastras qué cosa querían que les trajera.
-Lindos vestidos, dijo una
-Joyas y perlas, dijo otra
- ¿Y tú Cenicienta, qué cosa quieres?
- Padre, tráeme la primera ramita que roce tu sombrero a la hora del regreso.

Así, el padre compró lindos vestidos, perlas y joyas para sus hijastras. En el camino de regreso a casa, mientras cabalgaba por una quebrada, una rama de avellano le rozó la cabeza, echando a volar su sombrero. Entonces rompió la rama y la llevó con él a casa. Dio los regalos a las hijastras, y a Cenicienta le dio la ramita cortada. Cenicienta le agradeció, y fue a la tumba de su madre. Ahí plantó la ramita, y lloró tanto que sus lágrimas cayeron sobre ella y la regaron. La ramita creció y se convirtió en un bello árbol. Cenicienta iba a su árbol tres veces al día, para llorar y rezar. Una paloma blanca se paraba cada vez en el árbol, y cada vez que Cenicienta pedía un deseo, la paloma le alcanzaba lo que ella había pedido.

Entonces, por esos tiempos, sucedió que el rey anunció una gran fiesta de tres días, con baile, donde el príncipe escogería una novia entre todas las chicas que fuesen invitadas. Cuando las dos hermanastras escucharon que ellas habían sido invitadas, se alegraron mucho.
Llamaron a Cenicienta y le ordenaron:
-Cenicienta, péinanos. Lústranos los zapatos y ponnos cintas en el pelo. Nos vamos al baile en el palacio del rey.
Cenicienta obedeció, pero llorando, porque ella también quería ir a la fiesta. Le rogó a la madrastra que le diera permiso para ir.
- ¿Tú, Cenicienta? dijo la madrastra. ¿Tú? Toda sucia y cubierta de polvo, ¿tú quieres ir al baile? No tienes ni zapatos ni vestido, y así todavía quieres bailar!
Ya que Cenicienta seguía insistiendo, la madrastra le dijo: -He esparcido una vasija de lentejas entre las cenizas para ti. Si las puedes recoger en dos horas, puedes ir con nosotras.
La muchacha fue al patio y llamó: Palomas, palomitas, todos ustedes pajaritos que vuelan bajo el cielo, vengan y ayúdenme!
Las buenas a la olla, las malas al fogón.
Dos palomitas blancas entraron por la ventana de la cocina, y las palomas torcazas, y las cuculís y todos los pajaritos del cielo entraron chillando y picoteando entre las cenizas. Movían sus cabezas y picaban, picaban, picaban. Todas las aves empezaron a picar, picar, picar. Pusieron todas las buenas lentejas en la olla. No se les escapó ni una. La muchacha llevó la olla donde la madrastra, y estaba feliz, pensando que ahora le permitirían ir al baile. Pero la madrastra dijo: -No Cenicienta, no tienes ropa, y no sabes bailar. Todos se van a reír de ti. Cenicienta empezó a llorar, y cuando la madrastra dijo: puedes ir si eres capaz de recoger dos tazones de lentejas de entre la ceniza para mí, en una hora.- La madrastra pensaba que Cenicienta nunca podría hacerlo.
La muchacha fue otra vez al patio y llamó: ¡Palomas, palomitas, todos ustedes pajaritos que vuelan bajo el cielo, vengan y ayúdenme! Las buenas a la olla, las malas al fogón.

Dos palomitas blancas entraron por la ventana de la cocina, y las palomas torcazas, y las cuculís y todos los pajaritos del cielo entraron chillando y picoteando entre las cenizas. Movían sus cabezas y picaban, picaban, picaban. Todas las aves empezaron a picar, picar, picar. Pusieron todas las buenas lentejas en la olla. No se les escapó ni una.
La muchacha llevó la olla donde la madrastra, y estaba feliz, pensando que ahora sí le permitirían ir al baile. Pero la madrastra dijo:
- De ninguna manera. No vas con nosotras, porque no tienes vestidos y porque no sabes bailar. ¡Nos llenarías de vergüenza!
Al decir esto, le dio la espalda a Cenicienta y partió con las dos altaneras hermanastras al baile.
En ese momento, cuando no había nadie más en la casa, Cenicienta fue hacia la tumba de su madre, bajo el gran avellano, y llamó:
menéate, sacúdete
arbolito de avellano
dame oro dame plata
meneate por mí

Entonces la paloma le arrojó un vestido de oro y plata, y unos lindos zapatos de seda y plata. Rápidamente Cenicienta se puso el vestido y partió al baile. Sus hermanastras y la madrastra no la reconocieron. Pensaron que era una princesa extranjera, porque se veía tan bonita en su vestido dorado. Nunca se iban a imaginar que era Cenicienta, porque pensaban que ella estaba envuelta en el polvo de la casa, buscando lentejas entre la ceniza de la chimenea. El príncipe se le acercó, la tomó de la mano y bailó con ella. Después no quiso bailar con ninguna otra. Nunca le soltó la mano, y si alguien venía a pedirle a Cenicienta para bailar con ella, el contestaba: es mi pareja de baile.

Bailaron hasta muy tarde, y Cenicienta quiso volver a casa. Pero el príncipe le dijo: “iré contigo, yo te acompañaré”, porque quería ver donde vivía la linda chica. Sin embargo, ella se escabulló y se escondió en el palomar. El príncipe esperó hasta que llegó el padre, y le contó que la chica desconocida había saltado dentro del palomar. El viejo pensó, ¿se tratará de Cenicienta? Hizo que trajeran un hacha y derribó el palomar, pero no había nadie adentro. Cuando entraron a la casa, Cenicienta estaba echada en las cenizas, vestida con sus viejas ropas. Un lamparín ardía en la habitación. Cenicienta había saltado rápidamente del palomar y había corrido al avellano. Ahí se sacó el lindo vestido y lo dejó sobre la tumba, y las aves se lo llevaron otra vez. Se vistió con su camisón gris y regresó a sus cenizas en la cocina.